Prensa

La Nación 4/5/2000 “Un paseo por los clásicos del jazz”

Presentación del show “Blues in the Night” con Alejandra Martin en voz y Ricardo Lew en guitarra. Los sábados, a las 22.30, en Opera Prima, Paraná 1259.
Nuestra opinión: muy bueno.

Sin duda, en el panorama del jazz vocal argentino, Alejandra Martin ocupa un lugar destacado. Esta excelente intérprete tiene una de las mejores voces, no sólo por su fresco y amplio registro, sino también por su timbre cálido y una versatilidad llamativa.

Cada sábado, junto al histórico guitarrista de jazz Ricardo Lew, suben al escenario de Opera Prima para presentar “The Blues in the Night”, uno de los más interesantes shows que hoy tiene Buenos Aires. A modo de recordatorio, Martin, junto a Horacio Larumbe, fue quien abrió los conciertos en tributo a Miles Davis que hicieron Herbie Hancock, Wayne Shorter, Tony Williams, Ron Carter y Wallace Roney en Obras, en octubre de 1992.

El show es un delicioso repaso de standards, hechos de manera tradicional y a la vez atrapante. Un repertorio seleccionado de manera inteligente mantiene alta la atención durante la hora y media del encuentro. Comienzan con “Don´t get around much anymore” y “Them there eyes”, dos temas que dejan ya entrever una conjunción interesante de guitarra y voz, tanto tímbrica como emocional. Lew usa una Repiso, con un mueble parecido al de la Fender Stratocaster, (es una guitarra rara, de cuerpo sólido, que, según cuenta el músico, se la compró hace años a Eber, guitarrista de Sandro) con un sonido intimista, sello de estas presentaciones.

Cuidados standards

“My funny valentine”, uno de los temas paradigmáticos de la historia del jazz, es delicadamente introducido por la voz de Martin, quien se pasea por la letra, apoyándose cómodamente sobre el tempo. Los arreglos no por sencillos son cuestión menor; por el contrario, la cuidada presentación musical de este dúo refleja el alto grado de profesionalismo.

Luego harán un “Volver” respetuoso pero tamizado por la voz que lleva jazz en el corazón. Cantante particular, ni una vez recurre al “swingeante” scat . “Blues in the night”, de Arlen y Mercer, tema que da nombre al show, un blues de ocho compases caminado por la guitarra de Lew y casi relatado con tono bluesy . “Route 66″, de Troup, es un despliegue de swing, con algo del rock de los cincuenta. “All of me”, uno de los temas fuertes del repertorio de Billie Holiday, pierde con Martin el tono trágico y gana soltura.

Una voz educada, con ciertos sabores extrajazzísticos en su estilo, genera un clima movido, vital.

A la manera de esos vocalistas, de esos “crooners”, que conjugaban seducción con humor y swing, Martin canta sin esfuerzo; tanto en las tonalidades altas como en las bajas su voz suena relajada. La arquitectura musical que propone Lew, por ejemplo en sus solos basados sobre acordes, tiene, además de variedad, una suave tensión rítmica que la cantante aprovecha. Por momentos, remarca sólo algunas sílabas de la letra; en otros, en especial en las baladas, transmite puro sentimiento, que tiene que ver con cierta nostalgia, quizá con algo de aquella Sarah Vaughan de los comienzos. Con la presentación de Martin en los escenarios de la ciudad, tras algún tiempo ausente, el jazz local recobra a una de sus intérpretes más talentosas.

Por César Pradines.

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